Las deudas por facturas médicas es algo más común de lo que se cree y puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza si no se toma a tiempo. En Estados Unidos se gasta mucho más dinero en atención médica que en otro país del mundo, lo que implica una inversión importante, en especial cuando surge una enfermedad o una lesión de forma inesperada.
Esto puede afectar a toda la población, ya sea que tenga o no cobertura médica. En este sentido, si no se cuenta con seguro, los gastos por medicamentos, por tratamientos quirúrgicos o por cualquier procedimiento médico se acumulan, endeudando a la persona.
Pero es cierto que aquellas personas que cuentan con un seguro también pueden verse inmersas en los altos copagos del seguro, por lo que hay que prestar mucha atención para evitar una deuda y una futura bancarrota en facturas médicas.
De esta manera, en la entrada del día de hoy hablaremos sobre el proceso de bancarrota en facturas médicas. Explicaremos cuáles son las opciones disponibles y la manera de llevar a cabo este procedimiento, de la mano de la asesoría de los mejores profesionales en el área.
Opciones para declararse en bancarrota por facturas médicas
Al hablar de una bancarrota por facturas médicas, es importante aclarar que no se trata de un tipo real de bancarrota, sino que hace referencia a la principal fuente de deuda por la que una persona se declara en este estado.
De este modo, no hay manera de elegir los tipos de deuda para iniciar un proceso de bancarrota, pero si hay diferentes opciones que ayudan a declararse en quiebra por facturas médicas, aunque incluirán otras categorías de adeudo.
En este sentido, existen diferentes tipos de bancarrota, pero los más acertados para los casos médicos son: capítulo 7 (liquidación) y capítulo 13 (ajuste de deudas). A continuación te detallamos más sobre cada uno de ellos.
Capítulo 7 o liquidación
La bancarrota de capítulo 7 o también llamada liquidación, es la más adecuada para las personas individuales o empresas, ya que se trata de la manera más simple de quiebra. Esto quiere decir que los activos líquidos que no se encuentran exentos, como es el caso de las propiedades particulares, pueden venderse libremente y las ganancias recibidas se destinarán al pago de la deuda.
De este modo, aquí es posible saldar el total o parte de la deuda que se encuentre relacionada con diferentes aspectos de la vida diaria, como es el caso de las tarjetas de crédito, la salud, los servicios públicos y la educación, entre otros.
Por este motivo es que, cuando la deuda por facturas médicas supera los ingresos y las posibilidades de pago, recurrir a la bancarrota del capítulo 7 es la mejor opción para iniciar de cero.
Capítulo 13 o ajuste de deudas
En el caso de la quiebra del capítulo 13 o ajuste de cuentas, es otra de las opciones convenientes de bancarrota para saldar la deuda por facturas médicas. En pocas palabras, aquí se habla de una reestructuración de la deuda total en lugar de solo saldar.
Esto quiere decir que la persona puede mantener la mayor parte de sus propiedades personales y seguir trabajando, mientras se paga lo adeudado. De este modo, esta quiebra cubre la mayoría de las deudas, incluyendo las facturas médicas, pero conservando los bienes.
Para comenzar con el procedimiento y declararse en bancarrota del capítulo 13, es necesario elaborar un plan de pagos que debe ser aprobado por el tribunal. Una vez admitido, se deben realizar pagos regulares por un lapso de entre 3 y 5 años.
Una vez que se concluye con este procedimiento, el fideicomisario de la bancarrota liquidará el adeudo total, saldando cualquier deuda pendiente.
Tener una deuda por atención médica puede ser abrumador, sobre todo si se encuentra en una situación de hostigamiento o acoso. Pero, al finalizar la entrada de hoy, hemos hablado sobre las opciones más convenientes para evitar embargos, desalojos o cualquier otro tipo de emplazamiento.
Conocer acerca de las posibilidades de una bancarrota por facturas médicas, es muy importante a la hora de actuar y de tomar una decisión, ya que se trata del futuro de sus finanzas.
Por este motivo es que el asesoramiento con profesionales en el área, como Michael J. Brooks, abogado de bancarrota en Miami, es una pieza fundamental en el proceso ya que puede atender sus necesidades legales, explicarle el paso a paso y representarlo ante quien sea necesario.
Ya sabe, para poder dar el primer paso y comenzar un proceso de bancarrota, de forma segura, lo mejor es ponerse en contacto con un abogado que lo pueda aconsejar y asesorar sobre su situación legal y sobre las posibilidades que tiene para llegar en buenos términos a un arreglo.